viernes, 7 de septiembre de 2012

Cospedal: una política altruista

A principios de verano el Presidente del Gobierno de España anunció, entre muchas otras medidas, la reforma de la ley electoral que, con el pretexto del ahorro económico, proponía reducir un 30% el número de concejales a elegir en las elecciones municipales.
Ahora recoge el guante su mano derecha en el partido, Maria Dolores de Cospedal, para proponer que se reduzca a la mitad los diputados autonómicos de Castilla-La Mancha y que además, en lugar de cobrar por (y para) trabajar en la Junta autonómica se ganen la vida con su actividad ordinaria, ya sea ésta laboral, mercantil o lo que sea.
Además, sin tapujos, afirman que responden al clamor popular de los ciudadanos que están pidiendo a los políticos ejemplaridad y austeridad propia.
Se confirma así su capacidad para manipular, tergiversar, contaminar, corromper las propuestas ajenas y aprovecharlas en su favor.
En lugar de sacar a la luz y sanear todos los casos de financiación presuntamente ilegal o rozando la ilegalidad de su propio partido y devolver a las arcas públicas ese dineral proponen eliminar la fuente de ingresos de políticos, que sí tienen dedicación exclusiva y que no tienen "ingresos atípicos" para mantenerse. Esta medida constituye de forma encubierta la consagración de la corrupción política, que seguramente vendrá seguida de medidas legalizadoras de esas fuentes atípicas de ingresos y de la compatibilidad de actividades hasta ahora inmiscibles con la política.
Cuando Cospedal dice política sin cobrar y parece altruista realmente está diciendo política para quien se lo pueda permitir, como marquesas, baronesas, burguesas... en definitiva reemplazar el sufragio pasivo universal por la plutocrácia de un sufragio pasivo limitado a la élite.

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